El orco pensativo

El orco pensativo

lunes, 18 de septiembre de 2017

Hasta los cojones de Rhaegar

Te vas a comer un bocata de spoilers que lo vas a flipar. Avisado quedas.  

Juego de Tronos es la gran serie del momento. ¿ A quién no le mola aunque sea un poco esta serie? Tiene intriga, batallas, sexo, alcohol, sólo le falta Rock n' Roll para que sea insuperable. HBO  ha conseguido crear una gallina de los huevos de oro, y aunque la serie lleva siendo independiente de la saga de libros desde la quinta temporada, se mantiene a flote y ha podido guardar más o menos bien el tipo.

Salvo esta última temporada. Esta temporada está considerada de las peores de la serie por unos cuantos motivos. El ritmo ha sido demasiado acelerado y todo avanzaba a trompicones, y algunos personajes parecían teletransportarse de un lugar a otro, y a mucha gente le ha molestado el Jonerys, es decir, que Jon Nieve y Daenerys Targaryen acabaran trajinándose el uno al otro, que estaba muy forzado y que no venía a cuento. Lo que el personal aún no no se ha enterado es que hasta el título de la saga de libros te hacía spoiler de qué iba a pasar. Canción de Hielo y Fuego, Jon Nieve es el hielo, Daenerys Targaryen es el fuego... Suma y obtendrás el resultado. Que estos dos acabaran liados era tan predecible como la identidad de los verdaderos padres de Jon Nieve. Si bien es cierto que en el libro te intentan despistar un poco sobre la identidad de la madre de Jon, la realidad era demasiado obvia para negarla.

Es cierto, esta temporada tiene fallos, pero aun así ha sido muy disfrutable aun con sus errores. Mi parte favorita ha sido cuando las serpientes de arena y su repelente madre se van a la puta mierda. Todo lo malo que les ha pasado en esta temporada se lo merecían y más, y cuando vi a Euron Greyjoy estrangular con su propio látigo a una de ellas por un momento pensé que me iba a empalmar. Nunca pensé que me alegraría tanto de ver morir a un personaje de esta serie tras la muerte de Joffrey. Un día, si me siento inspirado, explicaré por qué la trama de Dorne en la serie es puta mierda y cómo la han cagado con toda esa trama, que con diferencia era de las mejores que había en los libros.

Pero hoy vengo a hablar de un fragmento muy pequeño de esta temporada, uno en el que sentí cómo se me hinchaban las pelotas hasta un punto que las podía usar de taburete.

La historia de amor entre Rhaegar y Lyanna.

Debéis de creerme cuando digo que el Jonerys es mucho más tolerable que Rhaeginna o como cojones se escriba. El simple hecho de que Lyanna y Rhaegar se mostraran amor mutuo es una cagada del veinte en una serie que supestamente es una deconstrucción de la fantasía, sobre todo cuando se suponía que era la historia de un secuestro que provoca una guerra, no un amor prohibido.

Para explicarlo vamos a verlo todo en perspectiva.

Juego de Tronos y Canción de Hielo y Fuego, que a partir de ahora me voy a referir a ellos en conjunto como JDT, es una saga de libros y una serie que van de renunciar al maniqueísmo propio del género de fantasía, y mostrar un mundo mucho más acorde a la realidad. No hay buenos buenísimos ni malos malísimos, es todo una gama de grises con una personalidad muy definida, destacando algún hijo de la grandísima puta, y si eres un santurrón con un inquebrantable sentido del honor y de la justicia vas apañado, y da igual lo mucho que afirmes lo honrado o perfecto que seas, tienes un defecto del gordo junto a tu sentido del honor, el cual te sirve de poco. Aquí en Poniente no vencen el honor o el acero, vence la táctica, la estrategia, la diplomacia, pero también la intriga, la traición, la puñalada trapera.
Hay sitio para la batalla, pero es un mundo en el que ser un hombre de honor no te garantiza que las cosas te vayan bien. No existen los príncipes azules, está el príncipe Joffrey, con su insano gusto por la sangre y el dolor ajeno, oculto tras su rostro hermoso que encandila a la pequeña Sansa. No existen los caballeros de brillante armadura, existe Gregor Clegane, un monstruo de más de dos metros que sólo vive para matar, violar y servir a los Lannister. Podemos ver estas peinetas a los tópicos de la fantasía en la estancia de Sansa Stark en Desembarco del Rey, donde una y otra vez la cruda realidad la golpea con violencia, al tiempo que la utilizan tanto unos como otros como una herramienta para cumplir sus intrigas. Ella creía que vivía en un cuento de princesas y galantes caballeros, y sólo se encuentra el mundo real, que se burla de sus pretensiones de cuento de hadas con cinismo y sarcasmo.
Un mundo en el que Robb Stark se corona Rey en el Norte y se convierte en el mejor general de la Guerra de los Cinco Reyes, en la que vence todas las batallas, pero pierde la guerra por su incapacidad de mantener de su lado a los Karstark y a los Frey. Se supone que si ganas todas las batallas ganas la guerra, ¿verdad? No, la pierdes porque Tywin Lannister ha mantenido correspondencia con Walder Frey y Roose Bolton, y acaban derrotándote porque conspiran contra tí y porque eres un negado en diplomacia (Pero sería un poco injusto decir que toda la culpa fue de Robb, también Catelyn y Edmure también la liaron parda). ¿El resultado? La Boda Roja. Y ya ni hablemos de otras cosas que nos demuestran que aquí los más "íntegros" y "honorables" no siempre son los que ganan o no tienen por qué ser los mejores reyes o gobernantes. También es verdad que JDT no es lo más revolucionario en el género Grimdark de la fantasía ni en la deconstrucción cínica y sarcástica de los clichés de la fantasía. Tenemos mejores ejemplos de ello en la saga de Geralt de Rívia o en Warhammer Fantasy, el segundo siendo un mundo en los que los malos son hijos de la grandísima puta y los buenos son una gigantesca gama de grises, y si alguien se pone del lado de los "buenos" se debe a que la alternativa no es mucho mejor. Pero aun habiendo otras sagas de fantasía que hagan mejores deconstrucciones que JDT, hay que reconocerlo: JDT hace muy buena deconstrucción de la fantasía.

Hasta que aparece en escena Rhaegar Targaryen. Rhaegar, Príncipe de Rocadragón e hijo de Aerys II, es una anomalía dentro de JDT, debido a que mientras todos los demás personajes tienen un defecto que contrasta con sus virtudes, o bien son cínicos y existen para mearse en los conceptos de integridad y honor aplicando la máxima de que el fin justifica los medios, Rhaegar no es así.

Es el príncipe que debía haber gobernado, el mejor de todos los guerreros que sin embargo no le gustaba pelear, sólo cantar con su lira de plata, y está muy triste porque vive con el recuerdo del incendio del Refugio Estival. Es alto, guapo, galante, valiente, muy inteligente, gran guerrero y mejor músico, y de haber ganado la guerra habría sido mucho mejor rey que su padre, y si este año sale por fin el sexto libro de la saga seguro que tiene una línea en la que Jon Connington afirma que meaba vino y cagaba tartas de manzana y canela.
Todos, absolutamente todos los personajes de JDT, afirman lo puto amo que era este lumbreras, y el único que no dedica una línea en toda la saga a comerle la polla a este Gary Stu de pelo plateado y sex appeal con delirios de estrella del pop es Robert Baratheon, cuando parece ser que todos se olvidan que este tío, el guapísimo y súper perfecto Rhaegar, sería todo lo inteligente y puto amo que se diga, pero no tuvo ningún problema en provocar una guerra en la que su familia acabaría exiliada, y él criando malvas en un río con tal de echarle un polvo a la hija de Lord Stark, sin olvidarnos del hecho de que la esposa a la que estaba poniendo cuernos era violada y asesinada junto a todos sus hijos en el saqueo de desembarco del rey. Repito, Rhaegar, que ya estaba casado con Elia Martell y había tenido con ella dos hijos, secuestró a Lyanna y se la llevó al sur a cepillársela tantas veces le diera la gana, provocando una guerra civil que por poco extingue a la casa Targaryen y que acabaría con el saqueo de desembarco del rey, en el que Gregor Clegane violaría y mataría a Elia Martell mientras Amory Lorch mataba a la hija pequeña de Rhaegar. Y adivinad por qué lo hizo: Por cumplir una profecía y tener tres críos porque "el dragón debe tener tres cabezas".

¿Os sigue pareciendo tan inteligente y puto amo?

Rhaegar Targaryen era un imbécil, las cosas claras y el chocolate espeso. Un príncipe responsable y tan jodidamente perfecto no es tan tonto como para secuestrar a la hija del señor de Invernalia, porque sabe de sobra las consecuencias que ello conlleva. Hay personajes que señalan lo egoísta, gilipollas y subnormal que fue, como es el caso de Oberyn Martell y Robert Baratheon, el cual no se arrepiente en ningún momento de haberle partido el pecho de un martillazo al principito que le robó a la waifu. Pero se dice tan pocas veces que apenas llaman la atención, casi todo lo que lees de este capullo son cosas super guays chachipistachi, que llegan a ser tan repetitivas y tan positivas que la vida del príncipe Rhaegar parece una reseña positiva de todos los Call of Duty de los últimos diez años. Y todos aquí sabemos la poca credibilidad que tienen esas críticas.



Lo que yo me esperaba encontrar en JDT en lo referente a Rhaegar:
Honestamente, me esperaba un Griffith de Berserk.

Me explico: Griffith es el líder de una banda de mercenarios llamada los halcones, que acepta al protagonista de Berserk, Guts, en sus filas. Griffith es tu príncipe azul promedio: elegante, refinado, carismático, narcisista, compasivo, de belleza un poco andrógina y una habilidad con las armas envidiable. Es un gran estratega y un consumado guerrero, sabe moverse tanto en el campo de batalla como en la corte, es un gary stu, un lawfull good, tu templario del WoW promedio y tu noble y apuesto caballero ideal con una espada tope guapa. A ello se le une una ambición que en un principio no parece que afecte a su sentido de la bondad, la justicia y el honor. Repito, en un principio. Anhela el poder y la gloria, y desea ser rey de su propio reino.

Cuando es abandonado por Guts, el único al que considera un igual, su ego se derrumba y acaba acostándose con la princesa por despecho, y cuando el rey lo pilla lo tortura de mala manera, le corta los tendones para que no vuelva a pelear ni a andar y le arranca la lengua. aquí es donde se revela la verdadera naturaleza de Griffith, cuando toma la decisión de ofrecer en sacrificio a todos aquellos que una vez consideró amigos y hermanos para alcanzar la demonicidad. ¿Por qué? ¿Acaso Griffith no era el bueno de la película? ¿El príncipe azul? ¿El caballero perfecto? 
Sí, lo era, pero ante todo también era un hombre arrogante y codicioso, su ambición era llegar al castillo, ser coronado rey, y ocultaba su lado más macabro y oscuro con una pátina de civilización, cuando en realidad era profundamente egocentrista. Una vez le han privado de su capacidad de movimiento y de hablar lo manda todo a la mierda y ya no se priva de nada. Si para alcanzar sus objetivos debe ascender a la mano de dios y dejar que los miembros de su compañía de mercenarios sean devorados por un ejército de demonios ya no le importa, demostrando que desde un principio no veía a sus camaradas más allá de ser unas herramientas para alcanzar sus objetivos.

Yo me esperaba que Rhaegar fuera un personaje así. Un hombre que era amado por todos, que todos creyeran que era un héroe, pero lo que amarían todos sería una máscara, una farsa sobre un hombre que, aun teniendo grandes virtudes, no era perfecto, y poseía defectos tan grandes como sus virtudes. Lo propio de un Targaryen y un personaje de JDT. Partiendo de la base que Rhaegar buscaba engendrar al príncipe que fue prometido, lo que viene siendo la segunda avenida del Azor Ahai, Rhaegar buscaría recrear la profecía, y consideraría a Lyanna como la más adecuada para ello. Resumiendo, que  Rhaegar nosería tan perfecto como la gente cree. Secuestraría a a Lyanna, la obligaría a contraer nupcias con él y luego la violaría para traer a Azor Ahai al mundo, para luego palmarla con el pecho hundido en el Tridente como el imbécil que era. Y todo ello por una profecía que seguramente nunca se cumplirá. Y así todos verían que Rhaegar no era tan buen hombre, sólo una versión menos mala de su padre.

Lo que digo es algo muy bestia, y no es algo agradable de ver. Es cierto, nadie quiere ver una violación. Lo que se esperaría es que Lyanna no estuviera conforme con la vida conyugal que le aguardaba con Robert Baratheon, el cual es un brócegas que se pasa el día follando putas y siendo un bandarra, y eso a ella no le hacía ninguna gracia.

Por suerte, un rayo de esperanza llega cuando Rhaegar, el príncipe de Rocadragón y el más hermoso y perfecto de todos los caballeros de poniente, se le acerca con una corona de rosas invernales para nombrarla reina del amor y la belleza antes que a su propia esposa. ¡El flechazo de cupido, el amor imposible entre dos almas atormentadas unidas por los caprichos de la Doncella bajo la atónita mirada de todos los nobles de Poniente! ¡OH, por los dioses antiguos y los nuevos! ¿Cómo puede ser que un hombre tan perfecto y tan encantador se haya fijado en una mujer como yo? ¿De verdad me ama, o sólo es la febril ilusión de una niña que poco o nada sabe del amor?

Por ello, cuando Rhaegar se ofreció a hacerla suya, ella, cegada por el amor a primera vista y por el ansias de libertad, accedió, y con él viajó adonde el viento los llevó, se casaron en secreto y se juraron amor eterno, bendiciendo su amor con un embarazo que podría haber sido muy feliz, pero se dieron cuenta del gran error que habían cometido, pues todos habían intepretado lo ocurrido como un secuestro, y Robert Baratheon se había alzado en rebelión contra el rey loco y exigiendo la vuelta de su prometida, siendo apoyado por Eddard Stark, Jon Arryn y Hoster Tully.

Visto que era necesario que el príncipe defendiera el Trono de Hierro para asegurar un futuro al hijo que iban a tener, Rhaegar se puso su armadura decorada con rubíes (que también hay que ser gilipollas. ¿Qué narcisista se lleva a la batalla por armadura la joyería completa? Si es que el tío es más tonto de lo que parece), se despidió de su amada con un beso en la frente y lágrimas en sus ojos, pues teme que sea la última vez que la vea, promete a la llegada de Desembarco del Rey que al terminar la guerra empezará a hacer las cosas bien y mejor que su padre, para luego caer bajo el martillo del ciervo, y dedicar los últimos pensamientos de su vida a Lyanna, la mujer que más amaba en el mundo, la mujer por la que había dado su vida y había iniciado una guerra, mientras que los soldados a su alrededor corrían a recoger los rubíes que se habían desprendido de su armadura (¿Quién cojones va con rubíes a una batalla? Me voya tomar un café mientras espero a que venga la lógica de este asunto) y el señor de la guerra Robert Baratheon ruge a los cielos su victoria con el martillo en alto.

Pero claro, eso ocurre en los cuentos de hadas, y esto no es un cuento de hadas, es JDT, y JDT está basado en la realidad.

La historia de Lyanna es muy parecida a la de Helena de Troya, lo que viene siendo una mujer a la que obligan a casrse con un hombre que no es de su agrado, pero la otra alternativa que le proponen no es mucho mejor, por poner un eufemismo.

Si la serie hubiera sido fiel al espíritu de los libros habría ocurrido que Lyanna no estuviera conforme con la vida conyugal que le aguardaba con Robert Baratheon, el cual es un brócegas que se pasa el día follando putas y siendo un bandarra, y eso a ella no le hacía ninguna gracia. Aun así, mientras estaba empanada mirando cómo se pegaban de leches los caballeros en Harrenhall, se quedaría a cuadros cuando el príncipe heredero del rey de los siete reinos se le acerca victorioso con una corona de rosas para coronarla como reina del amor y la belleza, cuando la pobre chiquilla ni se le había insinuado ni había demostrado el más mínimo interés por un hombre casado. Lo equivalente en la galantería y la vida refinada de la corte a cuando un baboso borracho se te acerca en medio de la discoteca a restregarte la cebolleta. Lo más probable es que si hubiera sido otra persona, Lyanna le habría un señor guantazo en todos los morros antes de que su hermano Brandon empalara con acero valyrio, pero como es el príncipe de Rocadragón debe callarse, pues es el príncipe, y si cuestionas su manera de actuar al cadalso te puedes ir junto a toda tu familia. Cabe añadir que a ninguno de los Stark les hico ninguna gracia lo de la corona, de hecho lo vieron como una ofensa.

Bien, Rhaegar. Haciendo amigos norteños con la diplomacia. Claro que sí, campeón.

La cosa es que después de todo el torneo el majo de Rhaegar, desesperado por echar un polvo norteño y engendrar a Azor Ahai, se le acerca a Lyanna para comprobar si el felpudo combina con las cortinas, pero ésta lo manda a la mierda, y el principito de pelo pantene, acostumbrado a mandar y a que se cumpla sus órdenes, no encajaría la negación de Lyanna como lo haría un adulto bien formado y con la cabeza amueblada, así que secuestraría a la adolescente (Lyanna tenía 16 y Rhaegar 24, y aún nadie ha llamado a este cretino pedófilo, pero da igual porque esto es la edad media y porque a los fans les mola Rhaegar), la obligaría a contraer nupcias con él y luego la violaría tantas veces fuera necesario para obtener un fruto de sus entrañas al que llamar heredero. Robert, por su parte, se mosquearía mucho porque le han quitado a su waifu, así que se lía a martillazos con todo cristo para recuperar el coño que, según la ley de la punta de su nabo, le pertenece, mientras que Eddard se uniría a la rebelión para vengar a su padre y hermano y salvar a su hermana de las garras del depravado de Rhaegar y del borracho de Robert.

Resultado: Rhaegar la palma, Elia Martell y sus hijos acaban pagando las consecuencias de los actos de Rhaegar a pesar de que ellos no tienen la culpa de nada, Lyanna muere en el parto de un hijo que no quería tener, y Eddard protege al recién nacido de Robert diciendo que es su hijo bastardo Jon Nieve.

Y eso habría sido la rebelión de Robert: dos machitos (Robert y Rhaegar) que llevan a la guerra a un país con tal de disputarse su derecho de fertilizar a una mujer que no quería estar con ninguno de los dos, siendo solamente una chica que, sin tener ella la intención, acabó estando en medio de una pelea entre sus dos pretendientes para ver quién se queda con el trofeo que es su coño, pelea que inició una guerra, y sin que ninguno de los dos tuviera en cuenta lo que ella quería para sí misma y su vida.

Y encima, luego a ella le echarán la culpa de haber hecho estallar la guerra.

Lo vemos también en el caso visigodo de Florinda, la hija del conde Don Julián, que fue violada por el rey visigodo Rodrigo y que en represalia por ello Don Julián se alió con el invasor musulmán en el 711.

También es el mismo caso que el de Helena de Troya, una mujer que está insatisfecha con su matrimonio y que es raptada por Paris (y no ese remake de Romeo y Julieta que te ves en toda adaptación hollywoodiense de la Ilíada), dando inicio a la guerra de Troya. Adivina a quién culpan todos del estallido de la guerra. ¿Al imbécil salido de Paris, incapaz de controlar su polla y que le importa una mierda llevar su país a la guerra con tal de echar un polvo, y quizá le hubiera bastado con hacerse una paja? ¿Menelao de Esparta o Agamenón de Micenas, el primero por ser un marido pésimo y el otro por aprovechar el secuestro de su cuñada para conquistar Troya?¡Qué va, la culpa la tiene Helena!

¿Os dais cuenta de lo injusta que es la situación para la mujer que se ve inmersa en semejante duelo de gorilas?

De haberse hecho así no sólo habría encajado más en la filosofía de JDT, sino que podría haber sido una crítica perfecta a nuestras convenciones y estructura mental.



Lo que me ha dado JDT en lo referente a Rhaegar, y que seguro también se dirá en los libros cuando los publique:
Romeo y Julieta malinterpretado adaptado a colegialas adolescentes que buscan un machirulo jugador de Rugby copia 13456/14W-789RD WESTEROS EDITION.

Han optado por el amor imposible y la visión idealizada del secuestro y el amor a escondidas, cuando se suponía que esto iba de mostrar un mundo completamente injusto y opresor como reflejo de los grandes fallos de nuestra sociedad. Se suponía que todo el machismo de la saga estaba para poner a prueba a los personajes femeninos y darles un medio hostil a ellas para que pudieran hacerse fuertes, enfrentarse a la adversidad y salir empoderadas a pesar de los problemas que deben afrontar en Poniente, triunfar a pesar de vivir en un mundo dominado por los hombres. Las mujeres de poniente pasan auténticos calvarios y se sobreponen para demostrar que son igual de capaces o más que los hombres.

En una historia de este tipo, la visión idealizada del secuestro y el amor a escondidas es un chiste, una broma de mal gusto, una peineta en toda la cara al espectador. Nadie quiere ver gente violada, eso es verdad. Yo no disfruto viendo una violación en una película, me da asco y me veo obligado a cambiar de canal. No me recreo en estas escenas. Pero si querían seguir siendo fieles al tono y al mensaje de la saga debían de haber hecho otra cosa. Deberían de haber mostrado que Rhaegar hizo mal en secuestrar a Lyanna, que ella no quería nada de lo que le había pasado, y que la habían forzado a estar comprometida con un hombre con el que no quería estar y ser violada por otro hombre con el que tampoco quería estar.

Deberíamos habernos puesto no en la situación de Rhaegar o Robert, esa visión ya la hemos visto en todas partes, sino en la situación de Lyanna, la verdadera víctima de esta historia, y no dos o tres líneas más de lo jodidamente puto amo que es Rhaegar alias PeloPantenePlateado, de lo que le mola tocar el arpa o lo superamo que es a caballo.

Seguramente en un principio ésta habría sido la intención de George RR Martin: tirar por la borda el clásico copia y pega de Romeo y Julieta malinterpretado al que Hollywood nos ha malacostumbrado y mostrarnos la cruda realidad en lo referente a los imbéciles de turno que se marcan un "Paris de Troya", y que poco se diferencian de los pagafantas de los que nos reímos diariamente. Rhaegar debería haber sido el Paris de esta historia, un pagafantas empoderado que es demasiado egoísta y caprichoso para enterarse de que esa mujer no quiere nada que ver con él.

Pero claro, la historia de amor prohibido es mucho más bonita.

Esto es un puto fanfiction, pues sólo a los fans más tocados se les ha podido ocurrir que esto fuera una historia de amor. Son los mismos que tras verse Suicide Squad se disfrazan de Harley Quiin y que quieren tener una historia de amor como la que tienen el Joker y Harley Quiin. Luego te lees los cómics y te enteras que el Joker maltrata y viola a Harley conforme le viene en gana y la utiliza como si fuera un clínex para lo que le interesa. Pero no sé por qué me extraña, si hasta hace bien poco todos estaban gritando a los cuatro vientos lo guay que era ser sumisa y que querían un Christian Grey en sus vidas.

Y es a esos a los que la serie se ha rendido, los mismos que querían el Jonerys y que Arya volviera a Invernalia en vez de matar a Cersei, y los mismos que a través de Arya querían recordarle a Sansa lo tonta que fue por estar encaprichada por Joffrey y "por vestir elegante" el día de la ejecución de Ned Stark (Sansa estaba llorando a moco tendido y suplicando clemencia a su padre, pero oye, la gente se acuerda de lo que le interesa).

Y así te puedes tirar horas.

Se suponía que esta era la primera serie mainstream de fantasía que decía que no todo se soluciona siendo moralmente intachable, que los Lawfull Good no existen, que no vence el más valiente sino el más capacitado que no tiene por qué ser el bueno, que poco se diferencian los políticos de ahora con los de hace cientos de años que siguen con corrupción y engaños para mantenerse en el poder, que con todas las intrigas y puñaladas que se hagan nada de eso importa comparado con el invierno que está a punto de caer sobre ellos, y que esos idílicos mundos de fantasía no son tan idílicos si tenemos en cuenta la posición en la que están las mujeres, posición que muchas veces no se diferencia mucho de la que tienen ahora. El resultado es una serie Mainstream que estaba desafiando y cuestionando las expectativas de todos los espectadores, pero que sin embargo se ha rendido a la ya clásica y aburrida historia de amor del baboso acosador que no para de dar la tabarra y la chica que al final cae rendida a sus pies por la fuerza del amor por desgaste y el deus ex machina.

Lo que tenemos es otra relación tóxica y abusiva etiquetada como historia de amor. Para mí, Rhaegar y Lyanna no se diferencian mucho de la relación tóxica que hay entre el Joker y Harley Quiin, Anastasia Steel y Christian Grey,  o Bella Stewart y Edward Cullen. Relaciones en las que uno de los integrantes abusa del otro de tal manera que visto en la realidad encerraríamos, y con razón, al que abusa en esa relación. Y sin embargo, en la ficción positivamos la relación enfermiza.

Muchos me preguntan por qué soy un hater autorreconocido de Crepúsculo, 50 Sombras de Grey o el Suicide Squad. Y en gran parte se debe a ésto: que te muestran estas relaciones como grandes historias de amor. Que está bien violar, manipular, hacer chantaje emocional, secuestrar o golpear a tu pareja, que es lo propio de una relación sana. Cuando eres adolescente y no tienes mucha suerte en el amor, buscas consejo en cualquier parte. ¿Qué creéis que pasará cuando los adolescentes vean estas películas? O no los adolescentes, la gente en general.

Después de ver Pretty Woman todos consideran que es una de las mejores comedias románticas de todos los tiempos, cuando es una película que trata del braguetazo de una prostituta que simplemente poniéndose guapa y siendo coqueta se compromete con un ricachón. No estudies, no trabajes, ponte guapa y lígate al capullo con más pasta que te dará dinerico para irte de compras y vivir como una reina. Casi parece una parodia de la Cenicienta, y lo más triste de todo es que dentro de 20 años seguiremos celebrando el aniversario de esta casposa película, mientras que Figuras Ocultas, una película verdaderamente feminista y con una de las mejores historias de amor que he visto en mi vida, en la que el marido de una de las mujeres finalmente rectifica y decide apoyar a su esposa en su búsqueda de sacarse una carrera de ingeniería en unos tiempos en los que no estaba bien visto que una mujer o una persona de color tuvieran una carrera de ingeniería en EEUU, será olvidadas por todos de aquí a dentro una década. Una película de varios mensajes, entre ellos el de que no sólo hay que luchar por los sueños, sino también apoyar y ayudar a la persona que amas a obtener los sueños de ésta.

Pero éstos son los tiempos que corren. Una sociedad que podría aprender de la película Deadpool que está bien explorar la sexualidad con tu pareja (vistas las escenas que Deadpool tiene con su novia), pero prefiere asemejarse a una pareja que como están crazy  y se maquillan como si fueran payasos pues mola parecerse a ellos, a pesar de que en la fuente original uno de ellos es un psicópata que disfruta torturando, violando y usando como marioneta a la chica de la relación, a la cual no es que le pegue una colleja, es que le pega una paliza y la tira al contenedor de basura si no ha entendido un chiste.

 Y aquí tenemos una serie que, de haberse mantenido en su tono habitual, podría haber dado un golpe en la mesa y haber desvelado que las relaciones de "secuestro amoroso" y "amor a escondidas que provoca una guerra" no son verdadero amor. La serie podría haber demostrado al mundo  que la relación que tienen Rhaegar y Lyanna es idealizada como una relación amorosa, cuando es la cosificación de una mujer a la que se le arrebata cualquier mínima oportunidad de decidir sobre su futuro, y acaba a merced de la trifulca entre dos hombres que sólo la ven como una propiedad que adjudicarse venciendo al otro en combate, llevando a todo un país a la guerra. Y para más colmo, a la mujer se la recodará en los annales de la historia como la mujer que provocó la guerra, cuando está claro que la pobre señora no tenía la culpa de que existan hombres que ven a las mujeres como objetos de su propiedad, o que dos de ellos fijaran su atención en ella.  ¿Cuántas veces habéis visto a una mujer confesando que cuando fue a denunciar a la policía los agentes le preguntaron sobre la ropa que llevaba? Esto es lo mismo: culpar a la víctima de lo que hizo su agresor.

En cambio, JDT pasa olímpicamente de este tema y muestra a una pareja enamorada, que aun pudiendo realizar por las buenas las mismas acciones (anular el matrimonio y casarse) sin necesidad de derramamiento de sangre alguno, ¿Por qué huir como si la estuvieran secuestrando? ¡Qué más da, es una historia de amor y ellos actuaron sin pensar porque estaban enamoradísimos! ¡Viva el amor!

Sólo me queda concluir que nada de esto es porque que me apetezca echar mierda sobre JDT. Me apasiona JDT. Si bien es cierto que no me parece la polla en vinagre. Va de ir muy en plan borderline y rompeclichés de la fantasía, cuando hay obras fantásticas más inconoclastas e incorformistas. No es el único que usa una gama de grises para definir a sus personajes, y no es el único en el que la magia es muy sutil. Pero JDT es un mundo apasionante, con una historia fascinante y un lore que invita a perderse en él. JDT tiene El Muro, tiene Desembarco del Rey, Invernalia, y personajes tan bien trabajados que son casi tan reales como nosotros. JDT es tan bueno que incluso ha superado los límites de la comunidad de la literatura fnatástica y ha conquistado el resto de los mercados, ha conseguido convertirse en una saga de Alta Fantasía mainstream de éxito masivo, casi tanto como El Señor de los Anillos.

Es por ello que me molesta este asunto de Rhaegar. Nunca entendí que todos quisieran a este Gary Stu como si fuera la segunda venida de Jesucristo, y de verdad esperaba que fuera un monstruo sobrevalorado, que lo que todos apreciaban era en realidad una máscara, que se descubriera que la Rebelión de Robert se había iniciado por lo que, simplemente, decía que había sido esa guerra para Robert, un rapto y una violación, la violación de Lyanna Stark, desenmascarando así la personalidad lasciva, egoísta e irresponsable de un hombre que nunca podría haber superado a la expectativa que había generado. Y, sin embargo, tenemos la historia de siempre, el amor imposible, la misma historia que nos llevamos diciendo una y otra vez que es la buena historia de amor, en la que la mujer es secuestrada de su hogar y que sin embargo no se analiza su punto de vista, sino el de que la secuestrado o el que quiere recuperarla.

Con una historia más tirada a la basura para dar al público el romance Shakespeareano que llevamos tragando décadas, sólo me queda preguntarme cuándo el público se cansará de esta mierda y empezará a hacerse esta pregunta:
¿Cuándo mostrarán la perspectiva de la mujer secuestrada? ¿De verdad ella quería irse o quería estar con ese hombre?

 Por el momento no se ha hecho. Pero sólo necesitamos eso: una pregunta, un cuestionamiento de la situación, y el ídolo al que todos rezan empezará a derrumbarse.

Y algún día veremos la realidad con los ojos de Lyanna Stark, y comprenderemos lo imbéciles que hemos sido.



viernes, 1 de septiembre de 2017

Saga de los leones sangrientos II: Orígenes del Capítulo

El microrrelato que viene a continuación tiene por escenario el cuadragésimo primer milenio mostrado en el juego de miniaturas Warhammer 40.000, por el cual siento auténtica fascinación. Los hechos narrados pertenecen a un capítulo astartes sucesor de los Ángeles Sangrientos inventado por mí que recibe el nombre de Leones Sangrientos, provenientes del planeta Cirinia.
 
 

Soy el fruto de mis antepasados, la  tercera lágrima sangrienta de Sanguinius, el guerrero ascendido, el portador de la gloria y el vencedor sobre el oscuro olvido, el escudo de los cirinios y la tormenta que arremete contra aquellos que dañan el hogar al que una vez renuncié para defenderlo. Soy un León Sangriento, y daré mi vida por mis hermanos, por Cirinia y el emperador.
-Rezo formulado por los neófitos ascendidos a leones sangrientos de pleno derecho


    La escuada táctica Tercia Sanguis de la Tercera Compañía de los Ángeles Sangrientos encontró el planeta salvaje Cirinia, el planeta más importante del sistema planetario Cirinia Regnis.
 
    Una gigantesca masa de bosques y junglas recorre los tres continentes del planeta, habitado por humanos desde el milenio 15.  
 
    Aquí, en Cirinia, los descendientes de los colonos humanos se habían dividido en clanes, gobernados por reyes y señores de la guerra que buscaban imponerse a los demás clanes o a la megafauna del planeta, creando una civilización basada en la caza y la guerra, que tenía por las mayores virtudes la gloria y la habilidad marcial, creándose una casta de guerreros altamente cualificados en las llamadas artes nobles de Cirinia. 
 
    La artes nobles, compuestas por el arco, la espada, la lanza, el hacha, la caza, la táctica y la estrategia, se enseñaban a todo hombre y mujer de familia guerrera desde bien pequeños. 
 
    Famosas eran las escuelas de guerra en las que eran destinados los candidatos a formar parte de la siguiente generación de guerreros, los cuales serían la columna vertebral de los ejércitos de sus respectivos clanes. 
 
    Quien poseía una escuela de guerra, poseía un ejército formado por guerreros altamente cualificados en el combate individual. Y quien poseía un ejército de esa naturaleza, podía conquistar a las demás naciones. 
 
    Es por ello que las guerras eran continuas entre los diferentes reyes y señores de la guerra, solamente interrumpidas para hacer frente a bestias como los grifos de cristal, los osos de piedra, los Krikbon de las cavernas, o los leones cirinios, siendo estas gigantescas bestias felinas las criaturas más letales del planeta.
 
    Cuando la escuadra informó de su descubrimiento, Cervan Dante vio potencial en estos pueblos, así que encargó a la escuadra Tercia Sanguis reconquistar el planeta para el Imperium de la humanidad. 
 
    La Recuperación de Cirinia costó guerras que los marines espaciales ganaron sin problemas, pero por suerte gran parte de la población aceptó la luz del emperador, pues aunque realizaban prácticas chamánicas y un culto a las bestias y a las fuerzas de la naturaleza, tenían un ente superior en su panteón de creencias al que llamaban El Rey Padre, quizá un remanente de la fe imperial de tiempos anteriores a la Herejía de Horus. 
 
    Por ello, no es extraño que algunas veces los leones sangrientos se refieran al Emperador como el Rey Padre. 
 
    El sargento de la escuadra, Leonardo Nemeios, demostró auténtica brillantez diplomática al traer a los cirinios de nuevo a la luz del emperador,  y los que una vez los habían recibido con las lanzas en ristre ahora veían a los ángeles sangrientos como hombres ascendidos que habían sido enviados por el Gran Padre para guiarles de nuevo en la hora más oscura de sus pueblos. 
 
           El Gran Padre tuvo que marcharse para proteger a los Cirinios del Caos y del Gran Traidor (nota del traductor: es posible que se refiera con esta expresión a Horus). (...) llegaron las aves de acero trayendo rumores de la muerte del Gran Padre (...). Los clanes y reinos, huérfanos de la guía del Gran Padre, lucharon durante siglos por honor, poder y gloria, todas ellas causas justas para ir a la guerra, pues todo aquél que quiera vencer al Olvido debe empuñar las armas (...). Pero algunos prefirieron luchar por La Bestia, La Serpiente,  La Araña y La Mosca (NT: divinidades de las creencias paganas del planeta, de carácter maligno. Quizá referencias a los dioses del Caos). (...) Y los ángeles  de Sanguinius, el más hermoso de todos los hijos del Gran Padre, llegaron de nuevo a nosotros, y nos contaron que el Gran Padre había vencido al Gran Traidor, y al saberlo todos los Cirinios lloraron de alegría: El Gran Padre no los había abandonado, los había salvado del traidor y había vuelto a ellos a través de los ángeles
 
-traducción del texto Ecos del pasado de Cirinia, escrito por Biden Saulio. 
 
    Los cirinios que siguieron a Leonardo Nemeios no sólo lo hicieron por ver en él al heraldo del Gran Padre, sino también porque lo vieron como la reencarnación del León Rojo, el más importante de todos los espíritus a los que los cirinios rendían culto, siendo el león un tótem de guerra, virtud marcial y gloria. 
 
    Leonardo demostró ser digno de esta creencia cuando consiguió domar toda una manada de leones él solo, ganándose así la lealtad de todos los cirinios.
 
    En apenas cinco años la totalidad del planeta había hincado la rodilla ante el Imperium de la Humanidad, y Leonardo Nemeios había sido nombrado gobernador provisional del planeta y del sistema planetario Cirinia Regnis
 
    Pero al poco de conquistar el último planeta de Cirinia Regnis, llegaron noticias de que los sistemas vecinos de Naron y Zulgar habían caído bajo las partidas del Caos dirigidos por Maugrim Deathbringer, un amo de la noche que había conseguido que su partida de guerra, los Señores del Terror, y varios capítulos renegados se unieran bajo su voluntad de hierro. 
 
    La conquista de los dos sistemas lo hizo coronarse como Rey de Naron y Zulgar, convirtiéndose en la gran amenaza para todos aquellos el cercano sistema de Cirinia Regnis, ahora enclave estratégico esencial para la supervivencia del imperio, pues Maugrim Deathbringer posee dos mundos forja y recursos suficientes para mantener sus razzias sobre el imperio, y lo único que se lo impide son las rencillas internas entre las diferentes partidas de guerra que supuestamente le son leales. 
 
    Cuando Maugrim está aislado en su palacio de Nocteria, los diferentes señores de la guerra de todas las fuerzas del caos extendidos por los dos sistemas planetarios se enfrentan entre ellos para obtener más poder para ellos o para su dios particular. 
 
    De vez en cuando realizan algún ataque contra el imperio, pero las grandes ofensivas no se suelen dar si Maugrim no lo ordena, pues su palabra, aunque escasa, es respetada por todos, sin importar si hablamos de los Mastines de Khorne, un capítulo renegado dirigido por el devorador de mundos Óskar el Rojo, los espadas podridas de Nurbil Grevis, los Caballeros de Bronce de Ludwig el lascivo, o los Bastardos del Kraken, comandados por su señor del capítulo Otto Howard.
 
    Ante esta amenaza, los Altos Señores de Terra, informados de la creciente amenaza que se cernía sorbe Cirinia Regnis, incluyeron en la 23ª Fundación la creación de un capítulo sucesor de los ángeles sangrientos con base en Cirinia. 
 
    Se creó así el capítulo de los leones sangrientos, siendo nombrado Leonardo Nemeios el primer señor del capítulo, y los miembros de su escuadra serían nombrados los primeros capitanes de cada una de las compañías.

    Desde el milenio 37, los leones sangrientos han defendido Cirinia Regnis de las amenazas exteriores con dedicación y sacrificio, sin renunciar a sus creencias cirinias, las cuales enfatizan la importancia de la búsqueda de la perfección marcial y la gloria para poder ser mejores protectores, e inspirar a que el resto de los mortales a realizar actos de heroicidad en beneficio de todos. 
 
    Violentos, hiperactivos y apasionados guerreros, los leones sangrientos son una letal fuerza de choque heredera de la tradición militar de los ángeles sangrientos y del espíritu guerrero de los diferentes clanes  cirinios, de los que provienen todos los marines espaciales, los cuales usan como apellido el nombre de su clan. 
 
    Son, al igual que los ángeles sangrientos, una fuerza de asalto rápido, desdeñando cualquier tipo de enfrentamiento prolongado siempre que fuera posible, prefiriendo enfrentarse a sus objetivos directamente, lo que les permitió atacar, siempre que fue posible, con el elemento sorpresa de su lado. 
 
En combate, se esfuerzan por encajonar rápidamente a sus enemigos, dejándolos sin espacio para maniobrar, y enfrentarse a ellos ya fuera en combate cuerpo a cuerpo, o dando rienda suelta a su potencia de fuego a distancia o a quemarropa. 
 
    Por esta razón, cada Marine Espacial, independientemente de si forma parte de las Escuadras de Devastadores del Capítulo o de las de Asalto, siempre es visto portando una gran cantidad de bayonetas, armas de filo y Armas de Sierra, además de sus armas normales, siendo por ello capaces de entrar en combate cuerpo a cuerpo de una manera feroz y sangrienta. 
 
    Es un capítulo que da mucha importancia a la habilidad con las armas, en especial espadas, hachas y alabardas, pero no rehúsa en destrozar a los enemigos con el bólter. Son también devotos de los lanzallamas, en especial aquellos que provienen del clan Flamanis, que tiene la costumbre de cazar a los peligrosos Krikbon con lanzallamas. 
 
    Usan sus habilidades de asalto para interceptar las ofensivas de los marines del caos que atacan desde los sistemas Naron y Zulgar y asestar golpes dolorosos al rey Maugrim, habiéndole arrebatado cinco planetas en sus eternas luchas. 
 
    Quizá la guerra por cirinia habría terminado mucho antes, pero los leones sangrientos no sólo han hecho frente a la amenaza de Maugrim. A lo largo de su historia han realizado operaciones militares por todo el Imperium, defendiendo a la humanidad de todos sus enemigos. 
 
A día de hoy, los escaldos de Cirinia siguen hablando de la fuerza que el bibliotecario Marco Baulir lideró contra el WAAAAGH!! de Kozghil Markhat, cayendo desde el cielo sobre el garrapato mamut y reventándole la cabeza con un único golpe de su hacha encarmine. 
 
    O cuando el actual señor del capítulo, Argus Flamam, hizo arder con el "aliento de Sanguinius", un arma reliquia del capítulo compuesta por un retrorreactor y dos lanzallamas pesados, a toda una horda de tiránidos que amenazaban el mundo colmena de Sarron.
 
    El Gran Capellán Korabaidas el justo y el capitán Uron Fausto dirigieron la contraofensiva contra una invasión T'au en la franja este, destrozando a todo el ejército enviando por los Xenos
 
    O la aún reciente pero ya legendaria batalla por Tulio, en la que la escuadra de asalto "leones alados" de la cuarta compañía  no sólo defendieron los restos del hermano Tulio, sino que se cobraron venganza contra los eldars, dejando una montaña de cadáveres Xenos.

    Sin embargo, son tiempo difíciles para el capítulo. Los leones han sobrevivido a la abertura de la Cicatrix Maledictum como mejor han podido y han podido mantener la integridad de Cirinia Regnis como mejor han podido, pero a un precio demasiado alto.
 
    Argus Flamam ha tenido que hacer frente a una rebelión interna, la llamada Herejía de Pietro, la cual pudo ser eliminada. 
 
    Lamentablemente, el choque psíquico de la Cicatrix Maledictum provocó que la casi totalidad de la novena compañía cayera ante la Rabia Negra, y las razzias de los marines del caos se intensificaron de manera alarmante en todos los rincones de Cirinia Regnis
 
    Deathbringer vuelve a estar activo, y ha vuelto a unificar a todos los señores de la guerra que le habían jurado lealtad, y reanudó las ofensivas contra los leones sangrientos.
 
  El sacrificio masivo de toda la novena compañía en la batalla de Nortaron y las acciones bélicas de Claudio Arminio, unidas al ejemplar liderazgo de Argus han conseguido estabilizar la situación, pero siguen en estado crítico. 
     
    Han sufrido demasiadas bajas y demasiados hermanos han ingresado en la compañía de la muerte, destinados a un deshonroso destino peor que la muerte, la cual recibieron como liberación en su última carga contra las hordas del Caos a las que hicieron frente.
 
    La traición de aquellos que fueron una vez héroes del capítulo y los ataques de los renegados de Maugrim han mermado los efectivos del capítulo, y no pueden ir en ayuda de los ángeles sangrientos para la defensa de Baal contra la flota enjambre Leviatán. Sin duda, al igual que muchos otros capítulos del resto de la galaxia, los leones sangrientos están pasando por su hora más oscura.
 
    Pero no todo está perdido. Argus Flamanis parte para reunirse con la Cruzada Indomitus para reunirse con Roboute Guilliman y obtener los nuevos marines primaris para reforzar su desgastado capítulo. 
 
    Nuevos guerreros, nuevas armas, nuevas esperanzas para un sistema asediado, que aun estando en sus horas más bajas aún cuenta con héroes dentro de sus filas, hermanos de armas que han demostrado una y otra vez su deseo de pagar el precio de la sangre para salvaguardar Cirinia en nombre del Emperador. 
 
    Hombres como Claudio Voreno, Scipio Valerio, Marco Baulir, Belferion Koran, Syrax Vaiden Castigo de la Bestia, el sumo sacerdote sangriento Dalmor Belias, el Bibliotecario jefe Auron Kratos, Uron Fausto, el iracundo capitán de la primera compañía Aníbal Corvus, o Meigor Targuirios el Cazador, todos ellos guerreros forjados en los más sangrientos campos de batalla, auténticos ángeles de sangre y fuego que combatirán hasta el final y alcanzarán la más sangrienta de todas la glorias antes de caer ante sus enemigos.
 
    Los hijos más grandes de Cirinia van a la batalla. Sus espadas están afiladas. sus bólteres están bien calibrados. Los ciudadanos cirinios arrojan sus armas ceremoniosas al suelo en honor y respeto hacia sus más letales defensores, a los más hermosos y nobles de sus hijos, a los que despiden con lágrimas en los ojos, agradecidos y conscientes del sacrificio que van a hacer esos hombres ascendidos por protegerles. 
 
    Y al más oscuro de todos los pozos de caos y destrucción se dirijen sus hijos para proteger a aquellos que han jurado proteger. Su habilidad con la espada es legendaria. Su instinto es feroz y despiadado con los poderes ruinosos. Son leones, hombres hechos leones. 
 
    Leones hambrientos de venganza, de justicia. Hambrientos de gloria.
 
    Las compuertas de las Stormraven se abren. Los leones extienden las alas que los ángeles les regalaron hace ya tantos siglos. Preparan sus armas para el inminente estallido de la tormenta de acero, sangre, ceramita y promethium. 
 
    Unos susurran una oración al emperador. Otros piden a sus antepasados que les protejan. Cierran los ojos. Se dejan caer, y son recibidos con el estruendo de cien mil bombas explotando a su alrededor. 
 
    Han caído al pozo de caos y destrucción, del que resurgirán bañados en sangre de sus enemigos y colmados de gloria, o devorados por la vorágine del caos. 
 
    Pero no tienen miedo. No tienen tiempo para sentir miedo. Sienten la ira brotar de su interior, y una vez más los leones se dirigen a la batalla. 
 
    Y una vez más los leones rugen a los cielos: ¡CIRINIA INVENCIBLE! ¡POR SANGUINIUS Y EL EMPERADOR, GLORIA O MUERTE!