Se sabe que la cerveza fue inventada por los tuergos (los enanos de #Middengardia).
Se
tiene también constancia de que las recetas más antiguas de todo el
mundo se pueden rastrear hasta Duopotamia, la Tierra de los dos ríos,
situada entre Kemetia y los montes elutrios.
Duopotamia estuvo
dividida en múltiples ciudades-estado independientes, las cuales, hasta
la imposición del imperio de Gaera, estaban en constante disputa. Eso no
les impidió compartir similitudes lingüísticas, culturales y
religiosas. La cerveza era para estas ciudades muy importantes, siendo
de vital importancia en los rituales religiosos y en los eventos
sociales.
De hecho, el viejo dicho "el fuego Forja guerras, la cerveza
Forja amistades" nació en la ciudad de Babilia, de boca de uno de sus
más célebres reyes, Sargón III de Babilia, llamado Sargón El Feliz.
Sargón
es considerado uno de los mejores reyes de la antigüedad, y de entre
sus más grandes logros se encuentra la primera ley de pureza de la
cerveza, redactada en Babilio antiguo y en la más exquisita escritura
cuneiforme.
Desde luego, es mejor recordarle por eso que porque tras una batalla contra la ciudad de Ilem ordenó cortarle las manos y los testículos a todos los soldados ilemitas muertos en combate para usarlos como trofeo de su victoria.
Estas tablillas se creyeron perdidas cuando estalló la Esfera de la Condena en Duopotamia y la convirtió en La Gran Mancha Negra. La Tierra de los Dos Ríos, antes crisol de culturas y cruce de caminos entre Oriente y Occiente, se volvió inhóspita e inhabitable, por culpa de los abusos con el miasma que realizaron los Reyes Nigromante.
Y con ello, la pérdida de todo el legado de las primeras civilizaciones que el mundo haya conocido.
Sólo pequeños grupos de osados y desesperados investigadores (arqueólogos, geógrafos, lingüistas) se atreven a adentrarse en la implacable territorio de géiseres radiactivos, aire formado por vapor venenoso y cenizas, o criaturas de pesadilla. Muy pocos vuelven para contarlo, y aquellos que vuelven, suelen hacerlo con las manos vacías.
Pero a veces, y sólo a veces, estas mortales expediciones tienen un final feliz.
Miles de años más tarde del Estallido de la Esfera (hace 10, para ser precisos) la
arqueóloga tuerga Kara Lagush del clan Nazan recuperó en una incursión a
la Gran Mancha Negra todo el tesoro de Sargón III de Babilia, en el que
se hallaban las tablillas en las que se redactó la primera ley de
pureza de la cerveza.
Estas tablillas ahora descansan en el museo de Norkia, la capital del imperio tuergo de Kraivan.
Es
uno de los grandes hitos de la arqueología Middengardiana, y muchos
tuergos el 4 de Dernorio celebran La Sargonina para conmemorar la
recuperación de su patrimonio e historia más remotos.
A Kara Lagush se
la considera como una heroína del pueblo tuergo, y se la honra en este
mismo día como tal.
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