El orco pensativo

El orco pensativo

lunes, 14 de noviembre de 2022

El amor de Saduq

 

Se cuenta que en los Reinos Muertos, donde moran las almas de los fallecidos, está Seleri, el hogar de las almas de los animales, donde viven en una eterna primavera, sin dolor ni tristeza.

Pero Saduq, el primer perro domesticado, era infeliz. Merna, diosa de los muertos, le preguntó qué le causaba tanto dolor, y Saduq habló de su dueña, de lo feliz que le hizo en vida, de que poco le interesaba la inmortalidad si no estaba a su lado, y la esperaría eones de ser necesario, pues nada más en todo el cosmos lo podía consolar que volver a estar a su lado. 
 
Merna le dijo que no podía hacer nada más que dejarle un lugar donde podría esperar a su dueña hasta que llegara la hora de ésta sin ser perturbado, y que se comprometería a traerla cuando llegase su hora. Saduq dio las gracias, y esperó. Días. Semanas. Meses. Años.
 
Y un día, Merna visitó a Saduq, acompañada de la que en vida fue su amiga, criadora, madre, dueña. Fue el reencuentro más hermoso y feliz que ha visto la existencia, y dueña y mascota pasaron juntos el resto la inmortalidad, hasta su reencarnación en nuevas vidas.
 
Desde entonces, Merna bautizó el lugar donde Saduq esperó a su dueña como la Playa del Reencuentro, la tierra en la que residen las mascotas que no sobrevivieron a sus dueños, donde los esperan hasta que a ellos les llegue la hora, para así volver a estar tan juntos como lo estaban en vida.

Todas las criaturas, sin importar su condición, viven y mueren. Incluso nuestros más cariñosos y peludos amigos. El gran consuelo que queda siempre cuando se va tu mejor amigo, es que te amó más que a nada en este mundo, y que lo hiciste feliz. 
 
Y si le diste todo el amor y cariño que podías ofrecerle, lo volverás a ver cuando llegues a la playa del reencuentro, en Seleri.
 
Pronto o tarde, volveremos a estar juntos.
 
Se os quiere, se os echa de menos. No os olvidamos. Y os damos gracias por haber compartido vuestro tiempo con nosotros.
Y esperamos ser dignos de veros en la Playa de los Reencuentros.

La profecía que se cumplió

  La vidente le dijo que estaba destinado a destruir el mundo.

Y dedicó su vida a hacer todo lo contrario.


Ayudó a la gente, jamás quitó una vida, creó artilugios que facilitaron la vida de los demás. Murió siendo considerado un héroe, y se fue con la conciencia tranquila. Había impedido la profecía.

Pero pasaron los siglos, y sus artilugios fueron la base de extraordinaria tecnología. Tecnología la cual necesitaba incesante cantidad de energía, extraída de los recursos del planeta. Pronto la gente usó la tecnología para abusar de la naturaleza, ensuciaban, contaminaban.

El mundo ahora agonizaba, negro y lleno de hollín y porquería. Un ambiente de pesadilla sin verde árbol ni transparente agua de río. Y flores de plástico descansan ahora en la tumba de quien quiso luchar contra su destino.

Pero, a pesar de sus esfuerzos, la profecía se había cumplido.
El mundo agonizaba por su culpa.

Anterion y Dientescarcha

 La domesticación del Escornau, un jabalí gigante oriundo de bosques y montañas de Taribolia, es atribuida a los tuergos, que han utilizado a esta bestia como montura, animal de carga, de tiro y de alimento durante siglos.


Se dice que a los pies de la cordillera gris vivió el primer jinete de Escornau, Anterion, convertido en líder de los rigantes y que siempre fue acompañado por su Escornau, Dientescarcha.
 

De Anterion se cuenta que era hijo de Aper, el dios-jabalí de la brutalidad y las bestias con pezuñas.
Poco se sabe de este mítico caudillo, pero sus enseñanzas sobre el uso del jabalí gigante se extendieron por todos los reinos tuergos, y desde entonces los mortales saben cabalgar a lomos de los Escornaus.

Damur Khan y la Chaikia Orca

 

El Orco Takkion es considerado uno de los héroes más grandes que ha dado Middengardia.
Nació en las estepas de Angoria, en el corazón de Oriente. En aquellos tiempos los orcos de Angoria vivían a merced de los abusos de la nigromante Morghur Khan, que gobernaba las estepas con puño de hierro. 

Takkion, líder de uno de los Ozan más humildes, dedicó su vida a unir a todos los orcos bajo su estandarte. Les habló de aspirar a algo más, a quitarse el yugo de la nigromante de encima, a buscar pastos verdes para sus rebaños y un mundo mejor para todos los orcos, los cuales estaban unidos bajo el concepto de Chaikia, la gran unión de todos los clanes y Ozan orcos en una nación universal, más allá de conceptos como fronteras o países.


Todos los Ozan de Angoria se le unieron en su campaña contra la nigromante, y derrocó a la depravada Morghur.
Mas no se conformó con eso, pues Takkion, ahora llamado Damur Khan, dirigió a todas sus hordas en una campaña mundial con la que los orcos de toda la Chaikia por fin tendrían un hogar próspero y justo.
 

Hiangguó, el Imperio elutrio, hasta el este de Taribolia fueron conquistados por Damur, dejando a su muerte el Imperio más grande y mejor organizado que el mundo haya conocido.

Pero sin duda su mayor legado es la creación de la Chaikia, la universalización de la raza orca como una comunidad unificada y unida frente a todos los males que la afrentan.
 

Todos los orcos ahora son Chaikia, y Damur Khan es el padre de la Chaikia.

El ciclo de las estaciones

Maltilia, la diosa de la naturaleza, aparece a los mortales en forma de mujer o de osa, pero siempre coronada con cornamenta de ciervo, pues ella es la emperatriz de la vida y el cosmos.

Las estaciones en Middengardia están subordinadas a su voluntad, siendo poderosa y colmada de vigor en primavera y verano, pero somnolienta y cansada en otoño, para en invierno dormir e hibernar, dominando las nieves el mundo en ausencia suya.


Pero como el oso, Maltilia no duerme para siempre, y con los primeros deshielos de la primavera se anuncia su despertar. Y la rueda de las estaciones vuelve a girar, regida por el estado anímico de la soberana de la creación.

Sanderson es la Hawaiana y no por ello es malo

 Me sabe mal por Sanderson, porque parece que se ha vuelto la pizza con piña de la fantasía. Puede gustar o no cómo escribe o cómo es como persona, pero parece hay mucha gente que le gusta odiarlo y que el odio hacia él y ponerle etiquetas se ha vuelto un meme en la comunidad.

Ya lleva siendo tendencia en la comunidad Twitter de los aficionados a la fantasía y la ficción un ciclo, por el que cada cierto tiempo se vuelve a atacar a Brandon Sanderson. Como si fuera temporada de caza y el susodicho escritor fuera el gigantesco ciervo albino con la cornamenta más grande y espectacular del bosque.

Ésto se traduce en muchas personas tildando a Sanderson de racista, homófobo tránsfobo, machista, de que los personajes femeninos que escribe son floreros, o incluso llegando a acusarlo de ser fascista.

¿Y ésto a qué se debe?

Si investigas estas acusaciones, todas van a lo mismo: su orientación religiosa.

Sanderson es mormón, y esta religión o secta, ahí ya no me mojo, no es precisamente la rama más transigente del cristianismo.

Con el tema religión, hay que entender que la fe es algo muy personal, y que una cosa es la doctrina mormona y luego la interpretación personal que haga Sanderson de la misma como practicante. No es justo decir que todos los musulmanes son salafistas, ¿verdad?

Por otro lado, todas las personas que siguen el trabajo de Sanderson hablan de que está pasando por un proceso de deconstrucción, que en sus escritos cada vez incluye más personalidades lgbti, construye mejores personajes femeninos y demás. Igual deberíamos tener eso en cuenta

Yo personalmente no soy un defensor acérrimo suyo. Como todo autor y persona, tiene sus luces y sus sombras y no es perfecto. Y seguramente no sería buena idea que debatiéramos sobre nuestra opinión acerca de la fe y la naturaleza divina. Pero no me lo imagino siendo un n4zi.
 
Lo que sí tengo claro es que como autor ha conseguido mucho. Su capacidad de escribir y publicar me provoca envidia, alucino con la imaginación que tiene y su manera de describir escenas y personas, y sus tres leyes de la magia es una herramienta literaria sublime.
Creo que podemos esperar mucho bueno de Sanderson. Y yo no seré quien me una a la ola de odio que recibe cada cierto tiempo. Si no hay pruebas sólidas de esas acusaciones, no me voy a unir a la demonización de la pizza con piña de la fantasía.
 
Y más teniendo a gente tan "especial" en este mundillo de la fantasía/ciencia ficción como J.K. Rowling, Orson Scott Card o Terry Goodkind. O que aún existan Weiss y Benioff.

  


viernes, 11 de noviembre de 2022

Personajes de la Novela: Andoni Maugir

Imatge

 

Andoni Maugir nació en la ciudad de Arcona, en la húmeda y montañosa región de Ambotia, perteneciente al reino de Kastey. Andoni nació y se crió dentro de los Larruberdeak, el principal clan orco de Ambotia, siendo un niño problemático e iracundo.

Arcona está situada en el valle del río Grifoibaia, donde las personas se dedican principalmente al ganado de grifos de pluma y carne, siendo su carne y leche de gran calidad. Los Larruberdeak tenían mucha fama por sus prendas hechas con plumas de grifo, especialmente capas.

A Andoni no le interesaba mucho eso, y entró como aprendiz del herrero del clan, un maestro del hierro y del bronce. Pero cuando tocó ingresar en el gremio, los maestros herreros de Arcona lo rechazaron, especialmente los que eran humanos. Furioso, se fue de Arcona.

Nadie sabe qué hizo esos años de autoexilio, pero en el clan corría el rumor de que estaba haciendo vida de soldado. Eran los tiempos de la guerra de Nazarias Mayil, así que no era descabellado. Cuando volvió, estaba lleno de cicatrices, y con la mirada de quien había visto cosas

Nada más instalarse donde la casa de su hermana Sara y su padre, dedicado a fabricar y reparar las herramientas del clan. Las cuales eran de gran calidad. Llamó la atención de los maestros herreros del gremio, especialmente de los tuergos, y quisieron proponerle entrar.

Andoni dijo que no estaba interesado en volver a ser aprendiz, que sólo ingresaría en el gremio como maestro herrero y orfebre y tendría su propio taller dentro del barrio orco de Arcona. Los maestros aceptaron, pero sólo si hacía una Opera Magna digna de un rey.

Andoni hizo un collar exquisito, un oro deliciosamente trabajado, y las esmeraldas más pulidas y refinadas que habían visto los maestros en mucho tiempo. El collar pasó a ser posesión de la reina Isadora como regalo de la ciudad de Arcona, y Andoni ya era maestro orfebre. Poco después se reencontraría con el amor de su infancia, Greta. Contrajeron matrimonio ante los dioses y la comunidad.

Pero pasó el tiempo, y Ambotia pasaba por tiempos duros. La gente pasaba hambre y miserias, aún sufrían las penurias de la guerra contra Nazarias. Los arconak miraban con envidia a los orcos, pues ellos prosperaban con sus capas de plumas de grifo y sus artesanías.

Una noche en la que Andoni no estaba debido a un viaje de negocios que estaba haciendo junto a su esposa Greta, los humanos de Arcona se reunieron para atacar el barrio orco de la ciudad, realizando un pogromo en el que desataron toda su crueldad sobre los orcos.

Esa noche hubo asesinatos, robos, torturas, violaciones, y no hubieran parado hasta haber acabado con todos los orcos de no haber sido por la intervención de la guardia y dos antorcheros anónimos. Se guarda en el archivo de la ciudad un informe detallado de lo ocurrido.

Cuando Andoni volvió, supo que en el pogromo su padre había sido asesinado, y su hermana violentada. El culpable de ambos crímenes, un oficial de zapatero, fue ahorcado junto a los principales cabezas del pogromo. Pero los Larruberdeak se fueron de Arcona. Incluido los Maugir.

Andoni, junto a Greta y su ahora hermana embarazada, siguieron a la mitad del clan hasta Pilkerk, ciudad de la academia de magia de Kastey y capital de Ambotia, instalándose en el antiguo barrio mudéjar. Andoni conseguiría ingresar en el gremio de orfebres y herreros de Pilkerk, el cual estaba hasta cierto punto subordinado al consejo de gremios tecnoturgos de Pilkerk.

Llegado el momento, Sara dio a luz a una niña, hija de ese día de violencia que fue el pogromo de Arcona. Cuando vio que pocos miembros del clan asistían a su día de presentación a la comunidad, Andoni los llamó a gritos en medio de la plaza del barrio, exigiendo a todos que miraran a la recién nacida. La alzó, y dijo que se llamaba Amelia, hija de Sara, nieta de Aritz Maugir. Y una Larruberdeak, como cualquier otra, y quien se atreviera a negarle su sitio en el clan sería 4 veces maldito por cada uno de los dioses del panteón. Nunca más volvieron a ningunearla dentro del clan.

Tiempo más tarde, Sara se iría, abandonando a su familia y dejando como tutores de Amelia a Greta y Andoni. Y desde entonces, Andoni y Greta han criado y educado a Amelia como si fuera su propia hija.

Andoni es un hombre robusto y de marcada obesidad, siendo de aspecto hosco y con un primer trato huraño y malhumorado con extraños. Pero conforme coge confianza, se revela amable, extravertido y diplomático, como si las horas en la fragua toda la ira que pudiera tener.

Cuando trabaja, es disciplinado y serio. Se ha pasado gran parte de su vida siendo menospreciado por el color de su piel, y nada le hace disfrutar más que hacer callar las palabras de los patricios y acomodados de Pilkerk con lo que hacen sus manos con el metal.

Todo lo que sabe Amelia de la forja de armas y herramientas, y la elaboración de joyas, lo ha aprendido de Andoni, el cual es uno de los artesanos más afamados de Ambotia, no teniendo nada que envidiar en calidad y excelencia a los mejores tecnoturgos de la academia.

A día de hoy, nadie sabe cómo es que tiene tantas cicatrices por el cuerpo, y existen todo tipo de rumores. Quizás fue una mantícora, quizás fue esclavo. Pero Andoni no ha contado a nadie lo que pasó, a excepción de su Greta, la cual no piensa decírselo a nadie.

Andoni considera que su mayor responsabilidad es Amelia, a la cual ayuda en todo lo que puede, le aconseja y le enseña, y la protegerá de todo mal. Ya puede estar cayéndose a pedazos el cielo, que Andoni pensará primero en poner a salvo a Amelia y a Greta, el resto es secundario.

Es un hombre duro y resistente, y muy cabezota. Busca que Amelia aprenda de él no que deba dar golpes, sino saber recibirlos y seguir adelante. Para él, nada es más importante que la perseverancia en un mundo donde la gente te considera escoria sólo por ser de piel verde.

Muchos creen que su actitud es demasiado complaciente, pero no entienden que Andoni está por encima de ciertas burlas y acusaciones. El suyo es oficio artesano, y su manera de defenderse es trabajar y crear. le pueden faltar al respeto si lo desean, menospreciarle, pero a la hora de la verdad siguen dependiendo de él. Y él aguanta todo lo que le echen encima, porque tarde o temprano se lo cobrará todo.  De hecho, alguno ya ha cobrado, y no ha vuelto a decirle nada más.

"Sé un yunque. Hoy, y hasta que todo mejore. Ya tendrás tiempo de ser martillo" 

"Ningún problema se ha podido resolver con el estómago vacío". 

"Cuatro cosas me salvaron la vida: la forja, la ofebrería, mi Greta, y mi Amelia"

 

Moscas

 Relato de Bernat Sunday. Todos los derechos reservados a mi persona.

Una gigantesca nube de moscas como nunca había visto en mi vida se fusionaba con el polvo  la niebla que se levantaban al ritmo del destacamento que se nos acercaba.

Deberíamos estar a media milla o un poco más de distancia, y ya podíamos verles los ojos. Ojos ardientes, brillantes, despidiendo luces y gases verduzcos. Con un brillo sobrenatural que hacía parecer el revoloteo de una marabunta de luciérnagas salidas de un pantano de pesadilla.

Por poco estuve a punto de soltar la pica y vomitar cuando me vino el hedor de esas criaturas. Ni en la más infecta de las trincheras carcomidas por la disentería había sentido tantas arcadas como aquél día. con ese olor que era mezcla de heces, moho, agua estancada, orina y carne podrida.

Nunca podré oler nada más infame y asqueroso  que lo que percibí aquél día. Uno olor que a día de hoy todavía recuerdo y que todavía me atormenta, cómo debía de ser aquello que lo percibía mucho más fuerte e intenso que el olor de las medias cagadas de mis compañeros. 

Algunos se reirán, pero cuando estás a punto de enfrentarte con tu cuadro de picas a otro cuadro de picas es muy difícil mantener las enaguas controladas. El olor a mierda es mucho más común en los campos de batalla de lo que la gente cree. Pero, ese día, eché de menos que lo más fuerte que oliera aquél día fuesen los calzones de Gutiérrez.

Pero lo peor, lo peor de todo lo que ocurrió aquel día, fue verlos de cerca.

Mis soldados son hombres fuertes y disciplinados, no se acobardan ante nada ni nadie. Pero ese día muchos soltaron picas y huyeron. Hay quien los hubiera castigado con la muerte por la deserción.

Pero no lo hice. No podía hacerlo. Les comprendía. Yo lo hubiera hecho de haber sido más inteligente. No hay valor en plantar cara a un enemigo que tiene el rostro de la muerte.

Estaban muertos. Todos muertos, maldita sea.

Y aun así caminaban, agarraban las picas, apuñalaban con ellas a mis hombres. Tenían la piel ajada, las carnes cayéndose a trozos, estaban en avanzado estado de descomposición.

Y, aun así, masacraban a mis hombres, como si de máquinas se tratasen. Sin miedo, sin frío, sin calor, sin ninguna duda. Sin piedad. Simples marionetas al servicio de sus amos titiriteros. 

En un acto desesperado agarré mi montante y me enzarzé en lucha cerrada con esos monstruos. Pero no parecían acabar nunca. Eran cientos, miles. 

Y las moscas, esas asquerosas moscas. Estaban por todas partes, acompañando ese infame olor.

Aún no sé cómo salí con vida aquél día. Los dioses fueron clementes conmigo. Aún sigo yendo de un lado para otro, siendo espada de alquiler, y mi compañía me seguiría hasta el fin del mundo.

Pero en ciertas noches, sueño. Y recuerdo aquél día. Esos huesos decrépitods, esas diabólicas sonrisas de calavera, mis hombres siendo masacrados por sus ancestros, el nauseabundo olor. Y las moscas, esas putas moscas, que su zumbido se me parecía demasiado al de una burla de mal gusto. 

Como si se burlaran del destino de mis hombres.

Divina Auria, sálvame de volver a enfrentarme contra un ejército de no-muertos.

  -Fragmentos del diario de Arsenio Caratejón, capitán de la compañía gris.