Se
cuenta que en los Reinos Muertos, donde moran las almas de los
fallecidos, está Seleri, el hogar de las almas de los animales, donde
viven en una eterna primavera, sin dolor ni tristeza.
Pero Saduq, el primer perro domesticado, era infeliz. Merna, diosa de los muertos, le preguntó qué le causaba tanto dolor, y Saduq habló de su dueña, de lo feliz que le hizo en vida, de que poco le interesaba la inmortalidad si no estaba a su lado, y la esperaría eones de ser necesario, pues nada más en todo el cosmos lo podía consolar que volver a estar a su lado.
Merna le dijo que no podía hacer nada más que dejarle un lugar donde
podría esperar a su dueña hasta que llegara la hora de ésta sin ser
perturbado, y que se comprometería a traerla cuando llegase su hora.
Saduq dio las gracias, y esperó. Días. Semanas. Meses. Años.
Y un
día, Merna visitó a Saduq, acompañada de la que en vida fue su amiga,
criadora, madre, dueña. Fue el reencuentro más hermoso y feliz que ha
visto la existencia, y dueña y mascota pasaron juntos el resto la
inmortalidad, hasta su reencarnación en nuevas vidas.
Desde entonces,
Merna bautizó el lugar donde Saduq esperó a su dueña como la Playa del
Reencuentro, la tierra en la que residen las mascotas que no
sobrevivieron a sus dueños, donde los esperan hasta que a ellos les
llegue la hora, para así volver a estar tan juntos como lo estaban en
vida.
Todas las criaturas, sin importar su condición, viven y mueren. Incluso nuestros más cariñosos y peludos amigos. El gran consuelo que queda siempre cuando se va tu mejor amigo, es que te amó más que a nada en este mundo, y que lo hiciste feliz.
Y si le diste todo el amor y
cariño que podías ofrecerle, lo volverás a ver cuando llegues a la playa
del reencuentro, en Seleri.
Pronto o tarde, volveremos a estar juntos.
Se os quiere, se os echa de menos. No os olvidamos. Y os damos gracias por haber compartido vuestro tiempo con nosotros.
Y esperamos ser dignos de veros en la Playa de los Reencuentros.
Y esperamos ser dignos de veros en la Playa de los Reencuentros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario